domingo, 24 de octubre de 2010

Capítulo 2: Pov Hatzive

Capítulo 2

Vamos como si estuvieran en su casa…no tenían respeto ninguno. Pensé que Adrik se comportaría de manera diferente pero al igual que Ilan se fue a mi cocina como si se dirigiese a la de su propia casa y no ha la de la casa de una chica en la que habían entrado a la fuerza… vale puede que exagere un poco.

Ilan igual, encendió la tele y se puso a verla. Refunfuñando me senté a su lado. Estuvimos viendo, en silencio, la noticia de otra “criminal”. Intercambiamos algunos sarcasmos por lo bajo y después de que terminaran de dar la noticia nos fuimos a la cocina.

Allí Adrik estaba sentando en la mesa comiendo una manzana. Ilan se puso a rebuscar en el Frigo.

-Vosotros como si estuvierais en vuestra casa.-le dije sarcásticamente,

-Que te den, nos dejaste pasar, nos cediste tu casa.-y encima tenía la cara de decir eso.

-Entrasteis a la fuerza.-le dije mientras me acercaba y le apartaba del Frigo. Me puse a mirar lo poco que tenía aunque bastante variado.

-Que más da. Déjame, tengo hambre.- diciendo esto dio un paso y por debajo de mi brazo saco pollo, mantequilla, ajo y cebolla. Se fue hacia la vitrocerámica y yo me fui a sentar junto a Adrik mientras observaba como miraba entre mis estantes.

-La olla esta en el estante de arriba pero ten cuidado y no incendies nada.-le dije intuyendo sus intenciones.

Me sonrío de tal forma que hizo que mi corazón diese un vuelco. “Idiota te sonríe por que te odia” me dijo la pequeña y aguada voz de mi conciencia.

-No creo que sea peor que tú.-miro para abajo un momento antes de ponerse a buscar la olla. Después de un rato, en el que abrió todas las puertas de los armaritos, por fin encontró la olla que casi se le cae en la cabeza.

-¿Por qué no miraste ahí como te dije?- le dije puesto que no me había hecho caso y se había puesto a buscarla al azar.

-Por que bien podrías haberme mandado a agarrar algo que me mataría.-dijo mientras cortaba el ajo. Yo enarque una ceja ante ese comentario pero decidí que era mejor ignorarle.

Estuve un rato ausente sin mirar en nada en particular pero después de un rato me percate de que hoy no me había duchado. Sin decir nada, me fui de la estancia y me dirigí al cuarto de baño.

Allí me duche, tarde como media hora, y me cambie completamente de ropa. Me peine delante del espejo un poco a la ligera.

Me quede observando mi cara un rato. Era extraño sonreía pero yo juraría que estaba seria. Sacudí la cabeza. No me iba a poner a delirar justo cuando tenía los hermanos del infierno en mi cocina haciendo solo Dios sabe que.

Cuando llegue ya estaban comiendo. Adrik con la elegancia de un pingüino e Ilan…estaba como pensativo…

-¿Por qué no me esperasteis?-coji lo que supuse que era mi ración y me puse a comer.

-Yo grite no se cuanto, que no te enteraras no fue mi problema, además el único que no te espero fue hijo de mama pingüino, yo aun no he tomado bocado.- dijo con la voz más rara que le había odio hasta entonces. Pare de comer y le mire algo preocupada.

-¿Te pasa algo?-dije con una voz que sonó maternal.¡Ag! ¿M estaba preocupando por el mayor hijo de puta que podría haber conocido?

-¡A ti que mas te da!, métete en tus asuntos.-dijo con algo más de brusquedad pero el tono raro seguía en aquellas palabras.

-Si vives aquí, todo lo que te pase es problema mío.-le dije intentando sonar razonable.

-Y una mierda a que te dejare tratarme como un cacharro desvalido.-pero como el era tan razonable como una vieja cascarrabias deje de intentar averiguar que le pasaba.

El resto de la  comida la pasmaos en silencio pero yo le miraba sin que el se enterase. Podía parecer atento a la comida pero en verdad estaba pensando en otras cosas.

Al acabar recogí la mesa y me puse a fregar los platos. Tarde muy poco en hacerlo pero aun así estaba cansada…decidí ir a mi cuarto a tumbarme un poco.

Cuan grande fue mi sorpresa al ver a Ilan sin camiseta (si, si, sin camiseta) y tumbad boca abajo en mi cama. Me puse roja tanto de vergüenza como de rabia.

-¡Idiota! ¡No quiero que estés en mi cama y mucho menos si estas sin ropa!-el levanto un poco la cabeza. Intente ocultar el rubor que me había inundado el rostro. Puede que no le aguantara pero había que reconocer que el chaval estaba bien formado.

Bueno al parecer el se dio cuenta de lo que pensaba.
-Si continuas así en dos minutos te tendré entre mis brazos.-me dijo con aquella
sonrisa de idiota. Volví a sonrojarme pero esta vez intente que pareciera de rabia.

-¡Deja de ser tan egocéntrico!-me acerque a la cama e intente que se bajara. El extrañamente me obedeció. Se levanto y se quedo enfrente de mí sonriéndome.

-Pequeña zorrilla deberías dejar de meterte en mi vida.-

-¿Meterme en tu vida? ¿Quién ah sido quien se metió en mi casa? ¿Quién fue el que…?-pero no pude decir más por que sus labios ya estaban sobre los míos. Intente separarme pero el me agarro la cabeza impidiendo cualquier escapatoria. Diría que este primer beso fue el mejor del mundo…mentiría si lo dijera ya que fue con la peor persona que conozco y un beso de lo más rudo. Pero también mentiría si dijera que no me gusto.

Se separo de mi y se tumbó en mi cara mirándome con claras intenciones de…

-Bien…eso fue…extraño.-dijo pensativo.

-Y que lo digas pensé que tendría más posibilidad de que me besara un avestruz que tu.-le dije muy sinceramente.

-Bien, los avestruces no besan tan bien como yo.-dijo con toda su prepotencia mientras se quitaba el pantalón, estaba en calzoncillos. Tragué saliva y mire a otro lado. ¡Oh Dios! Estaba buenísimo pero…

-No te me resistas al final acabaras cayendo.-no le mire cuando me hablo permanecí en la misma posición. Entonces sentí como alguien tiraba de mi brazo hasta que caí sobre la cama.

Bufó mientras se ponía encima de mí. El recorrió mi cuerpo con sus manos mientras me besaba el cuello. Vale, era una sensación agradable peor ahora no quería, no con el.

Intente safarme pero el no me dejó, al contrario, cojio mis muñecas y las sujeto fuertemente mientras me seguía atrayendo hacia si. Me beso una y otra vez pero el a mi…yo a el no.

-Por favor…no quiero…-le dije con voz lastimera.

-Que mas da, ahora si me dejas, quiero dormir.- se acostó dejándome libre y yo me quede bastante sorprendida.

Aun así no tuvo que decirlo dos veces para que me fuera. Aun después, de dar mi primer beso y de ver un pequeño síntoma de bipolaridad, me sentía cansada así que me fui al cuarto de los invitados. Era pequeño y solo tenía una cama en la que apenas cabía pero aun así me dormí.
       
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Me levanté con algo de dolor de cabeza y de cuello. Me estiré un poco antes de mirar hacia la ventana y ver que estaba recién amaneciendo… ¡Normal que me doliese la cabeza! ¿Cuánto habría dormido? ¿Veinte horas? Era barbaridad.
Me levanté de la cama, la cabeza me seguía doliendo pero intente acallar el dolor mientras iba al cuarto de baño y me lavaba la cara. Mire el espejo, todavía me acordaba de lo que había pasado ayer. Como si supiera lo que estaba pensando, mi reflejo en el espejo asintió.

Un escalofrió me recorrió la espalda y me aleje inmediatamente del espejo. ¿Qué narices habría pasado? ¿Me estaba volviendo loca? La imagen del espejo me sonrió como si supiera y disfrutara del miedo que me producía.

Salí inmediatamente del baño y decidí ir a la cocina e intentar despejarme para aclarar un poco mi mente. Desde luego estaba mal de la cabeza… ¿Cómo podía haberme imaginado a mi reflejo respondiéndome? Puede que eso me pase por lo sola que me siento… vale, quizás Ilan y Adrik serian mi compañía durante un mes, pero…menuda compañía…

La cocina estaba desierta y, no me extrañaba, por que según el reloj que estaba sobre la puerta eran las siete de la mañana… apenas acababa de amanecer…por suerte todavía estaba expulsada del instituto unos días más así que aunque me levantara muy pronto no tendría que darme prisa en prepararme como solía hacer.

Ahora que pensaba en el instituto me acorde, de que todavía no había hecho los deberes de ayer. Bueno que más me daba… si al fin y al cabo a quien puntuaban era a quienes no los hacían… que contrariedad mandar una csoa para ver quien NO la hace… El mundo estaba loco.

No tenía sueño, ni hambre, no sabía que hacer. Hacía días que no me ponía al ordenador pero, la verdad, es que conectarse a estas horas resultaría un poco de frikis. No tenía ganas de leer ningún libro de la estantería ya que cada uno me lo había leído por lo menos siete veces… debería pensar seriamente en reponerlos.

Vale, gano la opción más fácil, sencilla y friki de entretenerme a esas horas… el ordenador.

Fui a encender el router que estaba en el salón y casi corriendo subí a mi cuarto donde tenía el ordenador sobre un escritorio. No sabía por que había corrido… bueno realmente no sabía lo que era aquella sensación que me había impulsado ha hacerlo, era extraña, como si no quisiera estar mucho tiempo en las escaleras de mi propia casa.

Suspiré.

Me estaba volviendo más paranoica de lo que era y, sinceramente, no había ganas de serlo.

El ordenador ya había iniciado sesión así que, me metí a Internet. No tenía hecha ninguna cuenta de nada ya que si no tenía amigos en persona, ¿Cómo los podría tener por una red social?

Así que, sin correo ni facebook que mirar, me puse a buscar a “criminales” de la sociedad. Tenía curiosidad por saber cuanta gente había usado la cabeza en esta degradante ciudad.

Vi los casos que hacía poco que habían salido en la tele. Al hombre que, ayudo a una mujer apuntó de ser violada, le cayó un año de prisión.

Bueno no era mucho para el acto tan “cruel” que había cometido… si por supuesto y yo soy pelirroja, negra y de ojos azules.

Cansada de ver tantas tonterías decidí apagar el ordenador. Me quede inmóvil en la silla y todavía con dolor de cabeza.

Baje a la cocina a por aspirina. Estaba caducada… tendría que ir a la farmacia a eso de las nueve que era cuando abrían, así que de momento me quedaría sola en el salón hasta que abriesen.

Me eche en el sofá. “No te duerma, note duermas” me repetía ya que si me quedaba dormida, cuando me volviera a levantar, me dolería la cabeza más todavía. Así que estuve en buen rato intentando no dormirme pero fue casi imposible… casi por que no me dormí del todo, solo entre en un estado de semiinconsciencia. El cual es bastante incomodo por que cuando te despiertas del todo no sabes exactamente si tu conciencia ha oído bien las cosas en ese estado. Yo por lo general, cuando estaba con mis padres, y me quedaba así en el sofá después de levantarme les preguntaba si lo que había oído era verdad. Solían mandarme muy elegantemente a la mierda.

No se cuanto tiempo estuve hacia en el sofá cuando unas pisadas me despertaron.

-Existen las camas.-me reprendió un Adrik recién levantado. Me senté sobre el sofá mientras bostezaba y me estiraba.

-Recuerda que es MI casa.-dije recalcando la palabra mi. El simplemente se encogió de hombros y se fue a la cocina.

-¿Me podrías decir que hora es?-le dije ya que una punzada en la cabeza hizo que me acordara de las aspirinas.

-Las diez.-obtuve por respuesta. Me levante inmediatamente y me fui a mirar al espejo de la entrada. Estaba medianamente bien para salir a la calle, si no contaos con los pelos de bruja que tenía, pero aun así no tenía tampoco muchas ganas de peinarme para ir a solo una calle de la casa.

Coji las llaves y el monedero que estaba en el armario de la entrada y salí a la calle. Un sopló de aire fresco hizo que la cabeza se me asentara un poco más pero aun así, lo único que me quitaría el dolor sería una aspirina.

-La zorra apareció.-miré a la izquierda de donde venía la voz y me encontré con el rubito sentado en su coche y con una puerta abierta…y desnudo… solo con el boxes. Me puse algo roja e inmediatamente desvié la mirada.

-Y el gilipollas me habló.-fue lo único que le dije antes de dirigirme en dirección contraria.

La calle de las Residencia son era muy larga por lo que no tarde en llegar a una avenida comercial. Hoy era día de mercadillo. Ósea, hoy abría más de un robo.

Los mercadillos se hacían para robar más que para vender. Los dueños de los toldos dejaban a cargo a algún familiar suyo y se daban la vuelta por el mercadillo haber si lograban ver un puesto desprotegido para robarlo. Me preguntó si no sería más fácil que se dedicasen a vender de verdad.

Por suerte en la ciudad existían tiendas de verdad como la farmacia, lo que más deseaba ver en estos momentos. Y lo ví, la crucecita morada parpadeaba sobre un pequeño letrero.

Me metí en ella y estuve buscando por las blancas estanterías de l apequeña tienda. No tenían aspirinas así que me fui al mostrador a preguntar.

-Para zorras como tu no hay.-me respondió el farmacéutico. Hice un enorme esfuerzo para no poner los ojos en blanco.

-Ahora en serio… ¿no hay?-le pregunté de nuevo. El me negó con la cabeza y como despedida me obsequio con la vista de su dedo corazón. Incluso la gente responsable de la salud de los demás eran unos cabrones. No se como me seguía sorprendiendo, debería estar acostumbrada.

Llegué a casa pero de lo que me fui. ¿Seguro que era solo un dolor de cabeza?

Incremento mucho mi dolor cuando vi un gordito repulsivo sentado junto a mis huéspedes, los cuales parecían bastante sorprendidos.

-Adrik, Ilan… no os preocupéis es mi primo Gorka…

sábado, 23 de octubre de 2010

Medias verdades.

Entre detrás de Adrik … el muy maldito se había pasado, mientras la chica decía no se que, algo “hospitalario” supuse. Puse en las noticias y observe como los delitos continuaban. Ahora era una señora que se había “iluminado” ayudando a una joven que era golpeada. Las personas iban mal, no podías entrometerte en los actos de otros.
Entable algunas palabras con la “chica” y salí detrás de mi hermano a la cocina.
Me dirigí al frigorífico y me puse a buscar algo de comer.
- Ustedes como si estuvieran en su casa.-murmuro con una nota de sarcasmo.
- Que te den, nos dejaste pasar, nos cediste tu casa.- conteste para molestar, aunque bueno … lo que había dicho era verdad.- ¿no tienes nada de comer?
- Entraron a la fuerza.- dijo mientras me apartaba de el frigo, me aleje para no tener ni un milímetro de contacto con ella y me recargue en la mesa que tenia detrás de mi.
- Que mas da. Déjame, tengo hambre.- con esto di un paso y la aleje para sacar una porción de pollo que tenia junto con un poco de mantequilla, ajo y cebolla.
- La olla esta en el estante de arriba pero ten cuidado y no incendies nada.
Le di mala cara, lo que consistía en una sonrisa y mire mis muñecas escondidas bajo un suéter algo grande.
- No creo que sea peor que tu.- entonces me puse a buscar alguna sartén para cocer el pollo. Cuando la encontré en una repisa por poco me cae en la cabeza una de las que se encontraban allí.
-¿Por qué no miraste ahí como te dije?.
- Por que bien podrías haberme mandado a agarrar algo que me mataría.
Si mas tome un cuchillo y corte unas pequeñas rodajas de cebolla y un poco de ajo. Puse un poco de agua en la olla y prendí las estufa para cocer el pollo.
Unos minutos después puse a enfriar la olla y puse la sartén con un poco de mantequilla y otra cabecilla de ajo. Deje reposar un poco el pollo y sin mas le eche en la sartén con la mantequilla.
Fui a la alacena por unos platos y busque un poco de lechuga, tomate. Le hice unos cortes finos y acomode todo.
- Los que quieran tragar, tienen dos minutos.
Al poco rato Adrik apareció tras la puerta y me dio un zape.
A chinga, ¿cuando había adquirido esa fuerza?.
- Órale pendejo, todavía que te hice de comer.
- Cállate, y sírveme.
- Nah, sírvete, ahora a ver quien te jode en la noches cuando andas necesitado.
- Brincos dieras.
Le di por su lado y tome asiento en una silla frente al frigo.
- Y ¿Dónde esta nuestra anfitriona honoraria?
- Me vale donde este, yo quiero comer.- murmuro con la boca llena.
Con desgana empecé a picar mi pollo mientras veía la fina marca de unas quemaduras y cortadas que tenia en las muñecas. Cerré los ojos, no volvería a cometer una estupidez como esa, nunca me metería en los asuntos de otros. Fruncí el ceño al recordar esa noche con lujo de detalle … el frió de la noche, el suave susurro de el viento … lo gritos … una gran agonía en ese pequeño acto … las abrasadoras llamas que consumían la pequeña casa y el joven y suave llanto de un bebe. Esa noche en un momento de estupidez había condenado por poco la reputación de mi familia, en el fondo había tenido una punzada que no sabia como llamar … un encogimiento en el pecho, como una presión y un poco de culpa. El como la familia, un poco paranoica me había agarrado a palos por ….
- ¿Por qué no me esperaron?.- pregunto una voz sacándome de mis ensoñaciones.
- Yo grite no se cuanto, que no te enteraras no fue mi problema, además el único que no te espero fue hijo de mama pingüino, yo aun no he tomado bocado.- dije tranquilamente, sin emoción alguna.
- ¿te pasa algo?.- pregunto, puag, mama pingüino al habla.
- ¡A ti que mas te da!, métete en tus asuntos.
- Si vives aquí, todo lo que te pase es problema mío.
- Y una mierda a que te dejare tratarme como un cachorro desvalido.
No dijo mas; la comida paso en silencio, me puse a picar y dar pequeños bocados. Una ves terminamos me aleje a la sala, con Adrik pisándome los talones.
- me iré a dormir.- murmure por lo bajo, subí los escalones y vislumbre una cama al final de el corredor. Era rosa, que horror. Abrí suavemente la puerta y me tumbe en la cama mirando al techo.
Los minutos pasaban y en mi mente solo había una cosa en la que pensar: la vida. Mi vida … en un segundo era de lo mejor … en otro quería ser una mierda … cambios en todo el lugar … con un brinco me levante y cerré de un portazo. Me dirigí a la ventana y cerré las persianas. Solo quedaba la luz de la bombilla. Me quite el suéter y la playera con tal. Mire mis brazos y la blanca piel … ¿Quién creería que años atrás esta piel había estado llena de hollín por intentar hacer un “mal” dictado por la sociedad?. Hice un pequeño gesto de negatividad y me tumbe bocabajo en la cama … no quería pensar.
Estaba medio entrando en mi sueño cuando escuche la puerta abrirse
-¡Idiota! ¡No quiero que estés en mi cama y mucho menos si estas sin ropa!.- levemente alce la cabeza y vi a Hatzive con un pequeño rubor en su rostro.
- Si continuas así en dos minutos te tendré entre mis brazos.- le di una sonrisa muy a lo “cómeme” con la mirada.
Ella se acerco a la cama y se sonrojo aun mas.
- ¡Deja de ser tan egocéntrico!.- dijo mientras me intentaba quitar de su cama. Lo que pensaba en estos momentos tenia mucho que ver con tal objeto …
- Pequeña zorrilla, deja de meterte en mi vida.
-¿Meterme en tu vida? ¿Quién ah sido quien se metió en mi casa? ¿Quién fue el que…?.- esta chica era lenta, mucho. Sin preámbulos me acerque y la calle con un beso, intento separarse de mi … aunque mis manos fueron mas rápidas.
Me separe un poco le dedique una mirada de “ si quieres mas sígueme” y me tumbe en su cama.
- Bien … eso fue … extraño.
-Y que lo digas pensé que tendría más posibilidad de que me besara un avestruz que tu.
- Bien, los avestruces no besan tan bien como yo.- dije mientras me desabrochaba el pantalón y lo aventaba a quien sabe donde.- No te resistas, al final terminaras cayendo.
No dijo nada … con un bufido me enderecé y la jale a la cama tumbándome sobre ella. Recorrí sus cuerpo, mientras mi boca jugaba con su cuello. Intento escapar, pero la cojí de las manos y la continué besando.
-Por favor … no quiero ….- dijo como en un llanto.
- Que mas da, ahora si me dejas, quiero dormir.- me acosté sobre mi espalda y cubrí mi rostro con el antebrazo.
Con un sonoro portazo me quede solo en la habitación. No hice mucha fanfarria y me sumí en un sueño ligero.
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Levemente abrí mis ojos y me encontré con la luz encendida y la habitación vacía. Al principio no reconocí … solo me encontré en una habitación rosada, esto tenia que ser una pesadilla, no podía encontrarme en un lugar así. ¿Dónde estaban mis CDS?, ¿mi póster favorito?. Lentamente las imágenes de la noche pasada me asaltaron … ¡yiuk!, había besado a esa loca. Como alma que lleva el diablo corrí al aseo y me enjuague la boca. instantáneamente mi aliento paso de ser al de una mañana habitual a uno fresco de naranja.
Me rasque un poco la cabeza y me encamine a mi maleta en el auto ... Esperaba que estuviera ahí.
Al bajar los escalones me tope con una tranquilidad que jamás en mi vida había visto; sin detenerme me encamine a la calle.
El auto como supuse estaba sobre algunas piedras y sin el reproductor de música. Hice una mueca y baje la maleta. Estaba abierta pero por lo menos las pertenencias estaban intactas. Que bueno era lo grunge. Sin mas entre a la casa.
- jotito, dame ropa.- dijo adrik con los brazos cruzados sobre el pecho.
- nah, para que eres idiota y dejas toda en la casa.
- Jodete, mañana no tendrás ni madres.
- Como quieras, imagino que tus ojos estarán encantados de ver mi trasero como vino al mundo.
- Ni que quisiera quedarme ciego.- dijo antes de un golpe, nada suave, en mi brazo desnudo.
Le di un gesto con mi dedo corazón y me encamine a la cocina, tenia hambre.
Me calenté un poco de la comida de la noche pasada y me puse a comer en paz.
Una ves termine deje los trastos en el fregadero y me encamine a la habitación para tomar una ducha rápida.
Al principio el agua salio un poco fría, espere unos momentos hasta que el agua por fin salio caliente y me metí.
Algunos minutos después limpio, vestido y comido escuche como empujaban la puerta … rápidamente baje y me encontré con un Adrik noqueado y con un rellenito algo repulsivo.
- ¿Donde chingados esta la zorra de mi prima?
- Sepa la chingada … ahora si …
Ese se nos quedo mirando de forma valorativa y corte la frase algo tembloroso.
- Cállense mariquitas de mierda.- entonces se tumbo en el sofá y prendió la Tv.
Unos minutos después salí al frente y tome asiento bajo el porche, enseguida escuche unos pasos y con ello a Adrik un tanto desdeñoso.
- ¿Qué quieres pendejo?
- Joderte, ¿Qué mas?
Dicho esto tomo asiento junto a mi y escuchamos otros pasos un poco mas sofocados.
- Mariquitas, ¿Qué hacen?
No le hicimos caso y continuamos con nuestra, por primera ves encontrada, tranquilidad. Estaba a punto de mandar a la fregada al gordito desagradable cuando Hatzive, mejor conocida como zorrilla, llego.


Andréu Manel Vitam.


Mas asesinatos en serie.
Como desde hace meses ha sido señalado, mas casos de asesinatos han sido llevados acabo. Esto ha sido reportado por algunos habitantes anónimos que describieron y detallaron los cuerpos. En esta ocasión nos presentamos contra el asesinato de Amanda stevens una estudiante de diecisiete años.
Los agentes encargados de el caso, dada su experiencia, afirman que el asesinato, en esta ocasión, ha sido pasional; ya que según reportan el cuerpo fue profanado, así como acuchillado en múltiples partes de el cuerpo.

Rápidamente aleje la mirada de las noticias locales, lo que decían era grotesco, por no decir morboso. El hecho de describir en que condiciones había sido encontrado el cuerpo era exagerado, como el hecho de informar que mas chicas de esa edad habían sido encontradas; desde hacia meses los periódicos informaban lo que pasaba por los barrios bajos, no era algo relevante para mi familia, aunque fuera una persona, si era de los barrios bajos, no importaba. Como la familia mas importante de Seattle mis padres, así como mi hermano y yo, éramos los que se encargaban de financiar y procurar la solución de tales sucesos. Aunque eso no fuera algo relevante tenia que apoyarlo; mi tarea como el hijo mayor consistía en mantener la buena imagen de mi familia. En estos precisos momentos “manchaba” esa tarea con mi interés por lo que pasaba en la ciudad.
- Andréu, madre dice que es hora de cenar.
- voy en un segundo.
- Esta bien.
Sin mas el joven Ethan salio de mi habitación donde nuestra madre. Con un rápido movimiento me levante de mi silla y me acomode la corbata y la camisa de el colegio.
Me dirigí al aseo y lave las manos.
Unos minutos después me encontraba en la mesa esperando que los empleados sirvieran la comida y mi madre diera la bendición a los alimentos.
- ¿Qué tal tu día Andréu?
- Muy bien madre, en el colegio te mandaron un citatoria, al parecer quieren promoverme un año mas adelantado.
- Muy bien Andréu, espero que aceptes gustoso esa oportunidad.
- Por supuesto que si, madre.
- Muy bien, ¿Ethan, como ha sido tu día hoy?
- Maravilloso, hoy me han felicitado por mi magnifico comportamiento.
- Estupendo, era hora de que lo dijeran.
- Tienes mucha razón madre.
La comida continuo muy tranquila, con algún comentario ocasional por parte de mi madre diciendo algo sobre su día o sobre las actividades planeadas para la familia.
Después de una hora, cuando todos terminaron de comer, nos dispusimos a nuestras múltiples actividades; yo por mi parte me fui a mi habitación a hacer mis deberes.
Algunas horas después de terminar el trabajo de tecnología me dedique a hacer una pequeña investigación sobre la susodicha, Amanda stevens.
El reporte completo sobre ella decía:

Amanda stevens, estudiante de psicología en la universidad de Washington. Con diecisiete años de edad fue avistada en sus últimos momentos de vida en la parada de university way NE. Después de ello fue encontrada en las calles Revanna place northeast.
Según informan las autoridades locales el posible asesinato fue llevado acaba alrededor de las cuatro de la madrugada; ya que el cuerpo fue encontrado alrededor de las 6 de la madrugada con algunas daños ocasionados por la descomposición de el cuerpo”.

La nota en si era alarmante pero lo era mas el hecho de que sucediera en una ciudad “tranquila” y “libre de violencia”. En el reporté se informaba que, según datos de los padres, la chica estaba relacionada con algunos temas contra la drogadicción y las armas de fuego. Así que según sus teorías también podía ser esa la razón de su muerte.
Negué un poco con la cabeza y escuche un pequeño disturbio en la planta baja; dado el hecho de que mi padre estaba de viaje de negocios, mi madre en el spa y Ethan en su entrenamiento de básquetbol. Así que fui yo el que tuvo que bajar a ver que pasaba.
Una ves en la planta de abajo me encontré con una Eneka un tanto furiosa. Como hija de una familia amiga de mis padres le conocía de el colegio. Su comportamiento era reprochable, dejaba mucho que decir para su belleza y posición. A regañadientes le di una cordial sonrisa y entre abrí la puerta de entrada.
- Hola, ¿Qué tal el día?.
- Jodete, y déjame pasar.-vaya que era bien hablada.
- Por supuesto.- conteste antes de hacerme a un lado y dejar que pasara.- ¿Qué es lo que te trae por aquí?
- Necesito plata.
- con eso ¿Qué es lo que te trae por aquí?
- Quiero que me prestes algo de plata, vamos, tu nunca gastas, ¡todo te lo pagan!
- Aun así, ¿Cuánto es lo que quieres?
- Unos veinte.
- ¿Veinte dólares?
- Veinte mil.
La mire con los ojos como platos.
- ¿Estas de broma verdad?
- Si, me tome la molestia de entrar a la fuerza a tu casa para hacerte una broma.
Puse los ojos en blanco.
- Seria posible.- conteste con la voz neutra, no valía la pena pelear.- de todos modos, ¿para que los quieres?
- No tienes por que saber de mis asuntos.
- Bueno, lo siento … no tengo el dinero
- ¡Por favor!, esa es la cantidad que te dan al mes.
- Eso quisiera yo. No tengo, lo siento.
- ¡eres un bastardo!.- dijo antes de salir muy digna con un fuerte azote de la puerta.
- que vulgar.- murmure de ultimo antes de dirigirme a mi habitacion para continuar con los deberes.

martes, 21 de septiembre de 2010

Caapítulo 1 pov Hatzive

Es igual que el anterior capítulo pero contado desde el punto de vista de la "zorrilla".

Capítulo 1

Pov Hatzive

Estaba mirando la prensa como cualquier otro día cuando levante la mirada del periódico. Seattle se me hacía cada vez más insoportable mirase por donde mirase los hijos de puta estaban presentes... en la esquina del mercado estaba un padre pegando a su hija, al lado había un hombre ahogando a un gato en un balde de agua… ¡Por Dios! ¿Era la única que veía esas cosas como una crueldad? Parecía ser que si.

La gente hacía esas cosas y las consideraban habituales en su día a día. Yo en cambio intentaba que eso no sucediese. Cada vez que veía a un padre pegando a su hijo yo me interponía pero claro a mi me acababa pegando y las demás personas en vez de interrumpir o ayudarme…. se quedaban mirando… incluso algunos se ponían a aplaudir…

Pero por suerte no me había pasado lo mismo que al hambre del artículo que había estado leyendo. Devolví mis ojos al papel y leí.


Más casos de solidaridad

Últimamente en nuestra querida ciudad cumbre casos de “bondad”
han sido presentados, ahora fue el turno de el conocido y respetado
señor Miths quien rápidamente fue llevado tras las rejas acusado de
alterar el orden publico y abogando que según el, tuvo un impulso de
bajar el gato de una niña de un árbol, este caso sin duda fue llevado a
los hospitales de Texas para ver cual era la causa de que tal acto


A más de un vecino mio le gustaría mandarme a un hospital de por vida… Seguí leyendo…


Aborto como ejemplo

Una joven de 16 años decidió abortar después de estar cuatro meses pensándoselo. Eso ha servido como un gran ejemplo a todas aquellas jóvenes que no se deciden a abortar después de más de dos meses de embarazo.

Todo eso me daba tanto asco que decidí dejar de leer. No podía creer en gente que fuera capaz de quitar la vida a un ser que ni había nacido…

Tire el periódico a la basura y me encamine hacía mi casa. De camino tenía que pasar por un callejón el cual no me gustaba demasiado…

Entonces oí el sonido de una pelea mientras caminaba por el callejón…Vi a un chico manoseando a una chica iba a intervenir pero de repente…

- ¡Hey tu! Agarradla de la cintura, así es mas fácil.- levanté la vista hacía donde venía la voz. Vi Ilan, más conocido como el angelito del infierno. Era todo un ejemplo en “los auténticos valores” y se pudo comprobar por la lesioncita que le dedicó al guarro que se estaba intentando aprovechar de la chica.

- Gracias… - dijo el hombre mientras se alejaba mientras perseguía a la chica.
Ilan desapareció de la ventana pero yo seguía oyendo gritos de: “Suéltame”, “Aléjate”, “No por favor no”.

Me hubiera gustado ir tras ellos pero… ¿Qué haría cuando les cojiese? ¿Dejarme violar por ella? Seguro que ella no lo hubiese hecho por nadie… pero si pensaba en eso nunca ayudaría a nadie… eso era ser egoísta y yo podía tener mucho defectos pero intentaba por encima de todo no ser egoísta.

Decidí que haría mejor darle una lesioncita al idiota de Ilan. Me di la vuelta por donde vine. Salí del callejón y giré a la izquierda y me di de cara con la casa de Ilan. Llamé al timbre y vino el a recibirme.

-Muy bonito lo que hiciste…-fue mi saludo.

- ¡¿Qué?! Demonios, ahora ¿que fue lo lindo que hice según tu? Perdóname por no ser idiota y comprender lo que dices.

-Mejor pregúntate que no hiciste... ¿como pudiste decirle eso a aquel chico?-

-¿Decirle que?, ¿Qué después de eso tenia que montársela como caballo o como?-me dijo con aires de superioridad.

-Podrías hablar como una persona normal.-

-Si pequeña zorrilla así es como habla la gente normal, no los criminales como tú.-

Empecé a darle unos de mis sermones. Que si el que esta equivocado era el… Pero era imposible hacerle entrar en razón. 

-¿Terminaste? Por la puta de mi madre tengo hambre así que si terminaste me largo.-me dijo antes de irse y darme con la puerta en las narices.

Me fui alejando otra vez hacía el callejón donde había visto a los chicos. Mientras caminaba por el empecé a pensar lo poco que encajaba en ese mundo. La gente veía los insultos como halagos, continuas palizas se veían en la calle…

Desde que tengo memoria me han enseñado que eso es lo correcto pero parecía que mi mente se negaba a verlo como normal… aun habiendo crecido entre los más respetados miembros de la comunidad. Mis padres eran de lo mejorcito, la mayoría del dinero que tenían era robado, en cada frase usaban siempre alguna palabrota…

Yo intentaba llevarles por lo que a mi parecer era el buen camino, intentaba que les entrara en la cabeza que aquello a lo que se dedicaban no estaba bien… pero en vez de hacerme caso me enviaban a psicólogos. Igual me pasaba con los vecinos que cada vez que ayudaba a alguien llamaban a la policía… ¿Cómo puede haber cárcel en un mundo en el que la mayoría de las personas deberían estar encerradas en ellas?

Seguía bajando por el callejón hasta una calle más ancha, la crucé y justo cuando llegue a la acera del otro lado empezó a llover.

Corrí atravesando el parquecito hasta que llegué a la zona residencial en donde mis padres, hartos de mi, me compraron una cosa en la que vivo solo desde hace dos años.

Mi casa era bastante… diferente a las demás. Me encantaban las plantas así que tenía le patio delantero lleno de ellas pero lo que más destacaba era la placa de “Bienvenidos” que había encima del buzón.

Entre en la casa y fui rápidamente hacia la planta de arriba. Fui al cuarto de baño me duche y me puse el pijama. Encendí la tele sin mucho ánimo puesto que ya sabía que estarían los típicos programas en los que todos se gritaban lo mucho que se “querían”.

Me daba bastante asco ver a toda aquella gente discutiendo y llamándose de todo solo por… ¿de que discutían? Que más daba preguntarmelo la mayoría de las veces eran solamente incoherencias.

De repente un hombre paro de gritar a una mujer. Se quedo pensativo y con la mirada perdida. Los demás intentaban llamarle la atención para que volviese en si pero no se movía… Hasta que se levanto y abandono corriendo el plato.

Que raro… ¿se habría dando cuenta de repente que estaba gritando a una mujer por una tontería? Lo más probable es que no, nadie cambiaba su carácter de un segundo a otro… Ojala eso pasara en este mundo, todos cambiasen, que dejasen de premiar a los tontos y marginar a los listos. Que a los que hacen acciones amables sean recompensados en vez de llevados a la cárcel… Otra vez de nuevo me sentí fuera de lugar. Nadie en ese mundo pensaba así… ¿por que yo si? ¿Sería más feliz si pensase como los demás?

Algunas veces había intentado parecerme a ellos pero no lo había conseguido… era yo misma y nadie, ni siquiera mi propia sociedad me iba a cambiar.
Apague la tele  y fui al cuarto de baño que estaba en la segunda planta.

Estuve espillándome los dientes y haciendo gárgaras en el lavabo. Cuando termine me observe en el espejo. No tenía mala cara… no es que fuera una egocéntrico pero la verdad es que no me consideraba fea. De hecho era una de las chicas más guapas del colegio.

Menee la cabeza ante aquellos pensamientos… odiaba el egocentrismo y si yo me volvía egocéntrica entonces sería bastante hipócrita de mi parte.

Deje todos aquellos pensamientos y me fui a mi cuarto. Bastante simple con una cama de sabanas blancas y un simple cuadro en el que estaba yo con mis padres.

Me acosté y estuve contemplando el cuadro… La única que sonreía en el era yo, mis padres estaban serios mientras se mantenían bien alejados de mi… solo tenía diez años en aquella foto, ¿incluso con diez años ya era una marginada y una rata de la sociedad para mis padres?

Aparte esa idea de la cabeza y me puse a pensar en que nunca encajaría allí, en que toda la gente que conozca me marginara, en que mi único destino es ir a la cárcel una y otra vez… Entonces volví a pensar en mis padres y ahí casi me puse a llorar. Intente controlar mis lagrimas pero una se me escapó. Resbalo por mi mejilla hasta que llegó a mi boca. ¡Uhm! Estaba salada.

Y con ese último pensamiento me quede dormida.

                                                                      **********

Como siempre mi mañana era algo atareada. Tenía que ir a recoger las “posibles” cartas a la oficina de correos que estaba a diez calles de mi casa. Después tenía que ir al colegio pero como me habían expulsado una semana solo tenía que ir a por los deberes que me tocaban hoy. Y por último tenía que ir a comprar a un mercado que estaba… ¿a un kilómetro?

Total que si a todo eso añadimos que no tenía ni bicicleta, ni coche, ni monopatín y que mis únicos medios de locomoción eran mis piernas…

Pues llegue tres horas después de haber salido de mi casa. Llegué con tres bolsas de la compra, una carpeta y tres cartas.

Deje la compra en la nevera, la carpeta en mi escritorio del salón y me puse a abrir las cartas. La mayoría eran advertencias… me habían visto ayudar a un niño que se había perdido. No pude hacer más que poner los ojos en blanco.

“Señorita Moonlit esto es solo un aviso pero si vuelve a ocurrir esto tendremos que tomar medidas drásticas” ¿Otra amenaza de cárcel? Las demás cartas tenían la misma dirección así que ni me moleste en leerlas directamente las tire en el cubo de la basura.

Me disponía ha abrir mi carpeta y ver lo que me habían puesto de deberes cuando oí el timbre de la puerta. Fui a abrir y me encontré con el rubio más detestable que uno se pudiera encontrar.

-¿A quien le debo el honor de tu presencia?-le dije a Ilan. No venía solo, le acompañaba su hermano Adrik. Era bastante curiosos ese chico se comportaba como los demás pero no era tan…malo…no se explicarlo.

- Gracias zorrilla, mi madre querida quiere que te eduque, así que de una buena vez vete a la mierda.-me dijo con su habitual tono de prepotencia y superioridad que le caracterizaba.

-¿Y si no quiero irme a la mierda y no quiero que ni tu ni tu hermano entren a mi casa?-

- Me da igual de una u otra manera me dejaras pasar y si para ello necesito follarte lo haré.-vaya, que necesitado estaba el pobre que a cualquier oportunidad que tiene se ofrece. No se lo quise decir por que eso se lo tomaría más como un cumplido que como una indirecta… Esta gente no parecía conocer el significado de la palabra sarcasmo.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Ciudad Cumbre.


Ciudad cumbre.

Cuidad cumbre, cuidad cumbre mi amor, mi vida, eso significaba para mi, mejor ciudad no podía encontrar, los profesores me gritaban cuando entraba al final de su clase, era el chico con puras calificaciones de cincos, mis padres estaban orgullosos de mi … los tontitos de promedios de asco, ósea de nueves y dieses, me odiaban, vida mas perfecta no podía tener, aunque era un poco opacada por la torpe de Hatzive, esa zorra que se la pasaba insultándome diciéndome “angelito” bah, eso era peor que decirme “campeón” es que ¡¿no se sabia expresar?!, digo bien me podría decir “gran hijo de la mierda” y con eso seria feliz, pero ¡no! Tenia que llamar mi atención a insultos. Ahora me dirigía a casa con mi hermano.
Una vez en casa tome el periódico que estaba en la mesa y me encamine a mi habitación.
En el titulo se leía.

Mas casos de solidaridad.
Últimamente en nuestra querida ciudad cumbre, casos de “bondad” han sido presentados, ahora fue el turno de el conocido y respetado señor Miths. Quien rápidamente fue llevado tras las rejas acusado de alterar el orden publico y abogando que según el, tuvo un impulso de bajar el gato de una niña de un árbol, este caso sin duda fue llevado a los hospitales de Texas para ver cual era la causa de que tan apreciable ciudadano hiciera tal acto.

Todo lo demás consistía en que hoy por primera ves una joven había tomado la decisión de abortar después de negarse a hacerlo por los anteriores 4 meses. Una joven pareja que había celebrado su feliz matrimonio con una trifulca entre el padre de la novia y el marido.
Hechos cotidianos completamente felices, no entendía por que en las demás ciudades había tanta paz. Alejando esos pensamientos de mi me dirigí a mi ventana a observar el callejón que estaba detrás de mi casa. solo lo mejor para mi familia, rápidamente aleje esas palabras de mi mente, eso sin duda era una alteración de mis pensamientos. Yo jamás en mi vida pensaría algo así. No tarde mucho en alejarlos ya que escuche el suave murmullo de una pelea.
Rápidamente saque la cabeza por la ventana y observe que en la esquina un chico, no alcazaba a ver bien, estaba intentado manosear a una chica.
- ¡hey tu! Agarradla de la cintura, así es mas fácil.- grite.
- gracias … - escuche que me decía antes de escuchar algunos gritos.
Cerré mi ventana y me tumbe en mi cama mientras escucha las gritos de:
“suéltame”, “aléjate”, “no por favor no”.
Pero desgraciadamente mi paz fue ahogada por los gritos de mi madre.
- ¡ILAN! Baja tu maldito trasero en este instante tienes que comer.
- ¡VOY!.- le grite con desgana, no era un buen día para los cumplidos habituales.
Una ves baje tome el asiento de mi padre.
- ¡¿Y la comida?! Puta madre, yo baje aquí por que me dijeron comida y no hay ni una puta pizca.
- Hijo, se que me quieres pero la comida esta en la cocina, así que tráela si quieres probar bocado.
Fruncí el ceño y le di una muy linda señal con mi dedo corazón, cuando escuche que tocaban a la puerta.
Lentamente fui a ver y me encontré con la peor persona que me podía topar.
- Muy bonito lo que hiciste.- fue lo primero que dijo.
- ¡¿Qué?! Demonios, ahora ¿que fue lo lindo que hice según tu? Perdóname por no ser idiota y comprender lo que dices.
-Mejor pregúntate que no hiciste...¿como pudiste decirle eso a aquel chico?
- ¿Decirle que?, ¿Qué después de eso tenia que montársela como caballo o como?
- ¿podrías hablar como gente normal?
- si pequeña zorrilla así es como habla la gente normal, no los criminales como tu.
No pensaba mucho, para hablar con personas como ella no tenias que pensar mucho, solo tenias que decir lo primero que se te venia a la mente para que no se sintieran mal.
“Escuche” toda su fanfarria hasta que me harte.
- ¿terminaste? Por la puta de mi madre tengo hambre así que si terminaste me largo.
Sin mas le cerré la puerta en la cara y me fui a comer.
- ¿Quién era?
- una putilla de la escuela.
- menos mal, creí escuchar a la esa chica de tu clase
- ¿a lisbet?, ¿La zorrita de mi clase de lengua?
- No ella no … ehh como se llama esa puta …
- No tengo idea de quien me hablas madre.
- Bueno que mas da … ¿terminaste?
- Ehh si limpias, arreglas y me llamas para revisar todo, estaré en mi habitación.
- que te den hijo mío.
- Bien … ma … tengo que hacer una tarea sobre que … sobre anatomía.
- toma alguna de las revistas de tu padre
- ¿Cuál de todas?
- las que quieras hijo, solo las rompes al final.
- ¿Por qué?
- no me gusta tener que limpiarlas, además son de hace años, tu padre necesita renovarlas.
- Da igual … le echaré una ojeada.
- Bien hijo recuerda … solo una ojeada, no seas como esos torpes que estudian como tu compañera esa …
- si ya se cual.
- Bien, vamos lárgate a tu cuarto … hoy tengo visita.
- Bien, mi padre ¿a que hora llega?
- dentro de una hora, traerá a una amiga suya.
- ¿Para mi no hay?
- Cuando dejes de estar haciendo pendejadas, como ir con esa muchachita … a ese hospital hablamos, ahora lárgate a tu habitación.
Con una fina señal me aleje y fui en la busca de mi tarea, una ves las encontré salí y me dirigí a mi habitación.
Una ves allí me dirigí al reproductor de música y empezó a resonar “Heart shaped box” de una banda local. Lentamente empezó a resonar “She eyes me like a Pisces when I am weak
I've been locked inside your Heart Shaped box” y rápidamente en el aire escuche un.
“súbele a tu música idiota”
Fruncí el ceño y baje el volumen, solo yo la escucharía.
Mientras la rola resonaba yo pasaba las hojas observando a la chicas desnudas, una ves me aburrí tire todas por la ventana dejando que se deshicieran por la lluvia que caía lentamente, solté un resoplido y me quite toda la ropa.
Me dirigí al baño a darme una ducha topándome con mi padre, mi madre y otros dos en su habitación, la imagen era grotesca así que sin que me vieran me aleje al baño, corriendo prácticamente llegue y rodé las llaves para que el agua saliera. Una ves listo me metí y limpie para no estar apestoso. La ducha no llevo mucho, así que lentamente me seque y me aleje los mas rápido que pude para no ver a mis padres. Una ves en mi cuarto me puse la ropa interior, y un pants azul para dormir.
Estaba por ponerme el desodorante cuando mi queridísimo hermano entro a mi habitación.
- Dime que es lo que quieres jotito.
- Solo venia a decirte que te fueras a la mierda.
- ¿solo para eso me vienes a chingar mi día?
- si.- contesto antes de salir y dedicarme un lindo gesto con su dedo corazón.
Me fui a mi reproductor y lentamente la música empezó a resonar con “rape me”.
- Rape me, my friend.- lentamente comencé a cantar.
Una ves la canción termine escuche como gritaban.
“cierra la puta boca mariquita”
No les hice caso y continué cantando mas alto aun.
- Underneath the bridge.- contaba cada ves con mas sentimiento. ¡Esperen¡ ¿con sentimiento?, ¿yo?.- ¡váyanse a la mierda! .- si mis padres me escucharan que se apiadasen de mi.
Me puse la almohada en la cabeza intentando ahogar los ruidos provenientes de la habitación de a un lado.
A eso de las tres de la mañana logre conciliar el sueño.
Solo había soñado una ves con esto, era como decirlo … hermoso en el buen termino. No había nada de gritos, solo había tranquilidad, no había quien estuviera “violando”, “golpeando” no había nada eso que pasaba en el día a día.
Pensándolo desde esta perspectiva el crimen era algo lindo. ¿no? ¿Qué?, un sueño, solo un sueño. No, un sueño no. Eso no podía ser, tenia que ser una pesadilla. Si eso era, una pesadilla que pasaría en algunas horas.
Toda la noche di vueltas hasta que llego la mañana. Las 11 de la mañana … hoy tenia algo que hacer … ¿Qué era?, ya había golpeado al todos los nerds de el colegio, había roto los corazones de tres chicas … no. Había hecho todo lo que tenia que hacer en la semana y eso que apenas era miércoles.
- Que pinché suerte …- dije para mis adentros, había jodido mi semana por pinché goloso. Ni pex ahora solo quedaba esperar la otra semana.
Fui a mi closet y me puse lo primero que encontré. Unos jeans rotos por las rodillas y una playera azul.
Lentamente baje y me encontré con mis padres así como con mi hermano. En cuanto me acerque a este le di un zape que dios salve sus pobres neuronas.
- A cabron, jodete hijo de la chingada.
- igualmente putito.
- Bien, ya que se saludaron podrías sentarte Ilan.
Le dedique una mirada de jodete tu también y tome un asiento.
- dime querida madre.
- no me hables en ese tono cabron.
- uta, bien ¿Qué quieren?
- cállate, bien hijos míos … no hemos visto empeño por parte de ustedes para ser parte lo la admirable sociedad, así que mientras tanto su padre y yo decidimos que los dos se quedaran una temporada con hatzive.
- ¿y ella es …?
- la chica de tu escuela.
- Cual de mi escuela …
- la chica que ha ido mas veces a la cárcel que a la escuela.
- oh ya, la zorrita mamona
- si esa … pues bien, hable con algunas personas y tu y tu hermano iran a visitarla durante un mes para que le enseñen como comportarse y ustedes para que aprendan a poner mas empeño.
- pero …
- nada de peros Ilan Mortensen, eso es lo que harán así que te callas y empiezas a empacar ropa.
- Angelito.- dije como ultimo. Sin mas me levante y me fui a mi habitación tirando todo. Una ves allí patee la cama y busque mi maleta, una mierda no seguiría las ordenes que me dieran, primero me quedaría en la puta calle.
Metí en la maleta mi ropa, mi reproductor, alguna revistas y busque mi dinero. Tenia alrededor de unos 10,000 dólares que le había quitado a mi padre la noche anterior. No se daría cuenta, aunque si lo hacia que consiguiera mas, total de donde había sacado un podía sacar otro.
Una ves baje vi que mi hermano también era corrido de nuestro hogar, que se fueran a el mas bello lugar todos, me daba igual, no les haría saber como me hirió el hecho de que me negaran el hogar que siempre había conocido.
- ya nos vamos putito, aquí nos quieren un chingo.
- cuida tu lenguaje Ilan.
- a ti te da igual, me largo.- dije con mi maleta en mano.
Sin poner mas atención me dirigí a la puerta esperando a mi hermano una ves llego lo jale al auto de el vecino, no le importaría. Y s pues que se jodiera para que lo deja cerca de mi.
Una ves el idiota de mi hermano se subió arranque y me lleve el buzón de la casa de mis padres junto con su amado señor clovis, maldito animal de el infierno, era una molestia, siempre se la pasaba rasguñándome. Maldito gato de el infierno, lo bueno que le pase encima jejeje, para que se le quitara por idiota. Una ves en la calle maneje a 120 k/h. una ves en llegamos a … me fui directamente a un callejón, no tenia que hacer, no tenia a quien buscar, pues vamonos a follar. En algún momento tendría que pasar alguna chica y si lo hacia yo estaría ahí.
Las horas pasaron y yo cada ves me impacientaba mas hasta el punto de querer gritar una ves nadie se paso por el bendito callejón me largue por el auto. Una ve ahí me encontré con un jotito cabreado.
- tiene una puta idea de cuanto llevo esperando.
- Me vale madres, para que te queda de idiota esperando.
- jodete.
- tu primero.
- Estupido.
- Marica.
- Gay.
- putito.
- bastarda.
- muérdeme.
- ya quisieras marica.
- OK .- entonces le di mi ya muy representativo gesto con el dedo corazón.- Bien a donde nos largamos a casa de la zorrila, o a algún hotel.
- ¡¿Qué?! Ni de puta cabra iría contigo a un hotel. No me atraparas con tus sucias garras.
- Claro, si de ganas te mueres para que te lleve a solas.
- ¡eres una asquerosa bastarda!
- me deseas tanto que no sabes como negarlo.
- si claro, mira como me derrito por ti.- dijo fingiendo hiperventilar.
- lo ves, eres una lesbianita.
- Jodete en el maldito infierno Ilan.
- gracias ¿ahí es donde me complacerás?.- el me dio una de mis señales y me aventó una lata de cerveza que con suerte evite.
- vete a la mierda.
- si me acompañas con gusto.
- Púdrete.
- OK, ya, ahora i que hacemos.
- Nos vamos a la casa de la “putilla”.
- Bah, bueno haber si le enseñamos como comportarse entonces.
- si, claro.
Con desgana metí la llave en el contacto y arranque el auto. Que buena idea había sido tomarlo.
Avanzamos por las calle sin un rumbo fijo.
Pasábamos por un callejón cuando tuve la grandiosa idea de conectar mi reproductor a el estereo de el auto. Lentamente empezó a resonar “Small like teen spirit”. la música fue pasando hasta que llego la de “in bloom”.
- Seld the kids for foud.- comencé a cantar.
- jotito si continuas cantando.
- putito si me escuchas.
- jodete.
- wender chage is mood, spring is hire again.
- he´s the one who likes all ar prety song and he like to sing alone and he likes tho shot his gone
- hey, yo canto mejor que tu idiota.
- Lo que digas para no sentirte mal pendejo.
- callate estupido, ya quisieras yo.
- No quiero ser una mariquita así que quédatelo, es todo tuyo el honor.
- cabron, ya déjame cantar a gusto.
- quiero chingarte la canción, ¿algún problema?
- Si mucho.
- Jodete y maneja callado.
- Chinga tu madre.
- La tuya.
- Es la misma.
Después de ese comentario el camino fue tranquilo acompañado de “My hero” , “Living On a Prayer”, “Wanted Dead Or Alive”, “Todo por el rock and roll”, “Over My Head”, “Holiday”, “What Happened To US?”, “Pain”, “Hold On”, “seventeen”, “Leave Out All The Rest”. estaba cantando tranquilamente hasta que mi queridísimo Adrik interrumpio mi concentración con un.
- ¿Sabes dónde vive?
Ibamos por una zona “residencial” un poco iluminada y tranquila.
- la verdad es que no se … - dijo mientras yo vislumbraba una casa color crema, con un extenso patio verde, podado, y todo lo demás, incluso un letrero.- Oh mira, esa casa que dice “Bienvenidos” ¿Cuánto a que ahí vive?
- Un chingadazo, ¿te parece?
- Órale, vas, si vive ahí yo te doy un chingadazo, si no vive ahí tu me lo das.
- ya estas putito.
Una ves fuimos nos topamos con mi oh gran “regalo de dios”.
- Hola putilla, déjame entrar.- dije con una sonrisa engreída.
- Ya péndejo habla como lo que mami quiere que nos convirtamos.- interrumpió Adrik.